Hay muchas cosas que debes de tomar en cuenta cuando compres los zapatos para tu boda.
Para que no te duelan los pies el día de la boda y los zapatos no te aprieten, te recomendamos que los compres con por lo menos con un mes de anticipación para que los uses adentro de tu casa para irlos aflojando y que no se maltraten.
Si la boda es en un jardín, hay que tomar eso en cuenta, ya que los tacones muy delgados y altos pueden enterrarse en el paso. No hay que tomar esto a la ligera porque una torcedura de tobillo puede arruinar una fiesta.
Si la boda en un jardín o playa con clima cálido, lo más recomendable es utilizar zapatos abiertos y sandalias sin medias.
Una buena opción para las novias es tener dos pares de zapatos, unos elegantes para la boda y unos más bajitos para el baile.
Los zapatos deben ser del mismo color que el vestido, ya que de lo contrario se pueden ver descoordinados.
Los zapatos sí que se ven cuando bailas, cuando te sientas, cuando te haces la foto con la liga, cuando caminas y cuando te levantas la cola, y amigas, no puede ser que nos gastemos un número compuesto de cuatro cifras en el vestido y eches a perder todo tu glamour con unos zapatos pasados de moda.
Así que, aunque éstos los encuentres todavía en muchísimas zapaterías, ponte a buscar unos que te fascinen, que se encanten y que hagan temblar de emoción a cualquiera que los mire, porque todo en la boda es importante y los zapatos tienen un gran protagonismo.
Míra, ahora se llevan con la punta más redonda, con algún detalle, como perlas, lazos o piedras, con el tacón más ancho, con o sin plataforma pero nunca, nunca nunca de color nacarado.
Fuente Bodaestilo
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